lunes, 3 de octubre de 2016

La ruta de las letras: en la búsqueda de esas species[1] diversas de América.

La ruta de las letras. Diseño del barco: Luisa Fernanda Castellanos.

Quizás, en medio de la desazón se emprendieron grandes rutas; búsquedas temerarias de aquellas species que dieron origen a esos primeros documentos impresos sobre América. Los escritores pioneros saborearon con los sentidos nuevas esencias y las intentaron, cada uno a su manera, plasmar en letras.

Si bien, aquellos primeros petroglifos labrados en rocas guardarían, para ellos, secretos enigmáticos sobre sus orígenes; serían unos papiros los voceros de esos primeros encuentros con “otra tierra”. Extasiados, algunos sobrevivirían en el intento de traducir esas primeras impresiones, donde ni la pluma, ni la tinta, ni los tipos reflejarían la magnitud de las imágenes; de cada majestuoso hecho.

En ese “perder la razón”, identificarse y despertar de nuevo los sentidos, continuamos en Bios Escritores. Ahora, navegamos en el barco de aquellos primeros viajes temerarios en letras.

Todo escrito tiene un antecedente, una materia prima, un volver a esas esencias de las cuales fueron compuestos los signos.

Las tintas de esa China, tan cercana y lejana a América, narrarían diversas historias teñidas de orígenes tan diversos como sus árboles. Sin embargo, esa historia que es siempre el comienzo de cualquier texto, es, como diría el cineasta Juan Figueroa, “Esa espiral que nadie sabe”...

No se sabe, porque lo que para algunos fue el inicio, es solo una mínima parte de lo que aconteció en realidad. Lo que hemos leído, estudiado o conocido, es un trozo minúsculo de lo que, tal vez, ocurrió en realidad.

Escribimos y escribiremos desde aquella infinitésima parte. Para ello, abordaremos esa primera narrativa conocida y utilizada por los exploradores-naturalistas pioneros en América. Así, deslumbraremos solo algunos diminutos “nucleótidos” de ese “ADN en espiral de conocimientos”.

Un libro es eso: un conjunto de discursos que pocas veces nacen en las raíces reales del espacio y del tiempo.
Es un collage de interpretaciones no siempre plasmadas por los protagonistas de los mismos, sino desde la percepción particular de quien lo hace.

A América como a los otros continentes, llegaron esos seres “extraterrestres” omnubilados frente a la riqueza que supera ese oro, esas species. Pero al igual que ahora, sin dar espera a la llegada, las imprentas lejanas reprodujeron la noticia de aquel “descubrimiento”; de esa abundancia que en aquellos momentos era esquiva en la Europa de los caminos de herradura. Sobre América poco se conocía, eran considerados mágicos esos trayectos de ese “nuevo mundo” de tierras negras y hojarasca.

Aquellos que querían explorar lo inexplicable: eso que siempre esta en el fondo, lo inalcanzable... Serían los naturalistas.

En un lugar pequeño en Francia (La Academie Royal des Sciences) y, a su vez, enaltecido por los nombres que entre sus paredes guardan (Newton, Voltaire, Cassini...) nacen algunos de esos escritos de los grandes científicos que viajaron y escribieron, por primera vez para Europa, sobre la naturaleza y geografía de América. Sobre estos hombres, poco a poco, hablaremos.

Sin embargo, los conocimientos fueron ocultos, trágicamente destinados al secreto...

...Siempre que un español compilaba un manuscrito sobre las maravillas naturales de América se ocultaba el informe. Para que un libro pudiera publicarse, tenía que pasar antes por la rígida censura del rey, del Santo Oficio de la Inquisición, del Consejo de las Indias y de la Casa de Contratación. Se escribieron excelentes informes, pues el español era un observador magnífico, pero el mundo nunca los vio ni los leyó. Una a una las clásicas memorias se enterraron en los archivos. Había cristalizado la política oficial del exclusivismo... (Wolfgang von Hagen, 1963: 21,22).

En nuestra próxima entrada de Bios Escritores daremos unos sutiles pincelazos sobre uno de aquellos exploradores de este y otros continentes; Charles-Marie de la Condamine... 

Así que eres bienvenido a subir a nuestro barco. Ven con la mochila bien puesta para navegar por el río de la historia desde Bios Escritores... Las letras son universales.

... Caeremos al agua, será inevitable...

Referencia
Wolfgang von Hagen, V. 1963. Grandes naturalistas en América. Sudamérica los llamaba. Biografías Gandesa. Traducido del inglés por Teododo Ortiz.




[1] Palabra en latín que en castellano se traduce como especias. Según la RAE una especia es una sustancia vegetal aromática que sirve de condimento; p. ej., el clavo, la pimienta, el azafrán, etc.

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