Al ingresar a la librería Hojas de Parra y al Café Nicanor (dos conceptos unidos por el mismo cordón umbilical), en las inmediaciones de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, me llegan los recuerdos de aquellos viajes que yo realizaba en autobús, hace años, para llegar a las clases a la hora exacta.
Vienen los recuerdos más cercanos (hace 8 años), cuando ingresé por primera vez a Nicanor y me dejé envolver por sus aromas de cocina y arte.
Hoy me desplacé a la librería y, en medio de sus “textos salvajes”, de sus estantes plenos de historias, me dirigí rumbo al lugar donde reposan los escritos de poetas colombianos.
Di un pequeño brincó interior y me dirigí al mágico patio de atrás. En una esquina estaba Carmen y, junto a ella, un libro sobre la mesa. Estaba embebida allí, rodeada de sus árboles y pájaros pintados en las paredes. La cubría la luz de la media tarde y me esbozó una sonrisa.
Recuerdo que hace algunos años, luego de salir de los conciertos de los sábados en el Auditorio León de Greiff, yo solía entrar a Nicanor. Cerraba la tarde con un capuchino y una deliciosa torta de chocolate sin harina (o una esponjosa torta María Luisa).
Carmen siempre estaba allí, solo que ahora sé que se llama Carmen: creadora y fundadora del maravilloso concepto de café, restaurante y librería. Ella, una tejedora de proyectos, junto con su hijo Santiago y Camilo (uno de sus amigos), fueron sembrando un escenario de nuevas experiencias en las cuales las letras, poco a poco, fueron creciendo. Se alimentaron del dulce, ácido, amargo y salado sabor de la vida.
Ese día, la fuente ubicada en el centro del lugar, convocó al origen, nos invitó a saborear instantes de silencio y a una amena conversación. Me acerqué a ella y me presenté, le comenté que yo era la creadora de una editorial independiente (BIOS ESCRITORES EU.)y que teníamos el gusto de hacer parte de la Librería, desde el mes de diciembre del 2022, con nuestro libro "MI. Poesía Mística, Natural y Universal".
Le propuse una entrevista a la cual ella gentilmente accedió. Su sonrisa dibujada me daba la bienvenida a una conversación improvisada que, sentí, debí llevar a cabo hace años y que ahora había llegado el momento de realizarla.
Carmen inspira confianza y respecto. Esa confianza que se traduce en un café en medio de la tarde, o de un libro que añoramos leer en soledad y en silencio.
Comienza a relatarnos el origen de toda su propuesta, una donde ella le apuesta a una iniciativa diferente: invitar a los estudiantes a ingresar a la cultura del café cerca de la Universidad Nacional. Aquel lugar fue cobrando en la comunidad universitaria fuerza y protagonismo, sus primeros sánguches presagiaron el lugar gourmet que ahora es, con una oferta de platos imperdibles.
Y, en medio de todo, como una semilla de mostaza, la librería, creada junto con su hijo y un amigo, fue creciendo en un pequeño cuarto, con una inversión inicial de 500 000 COP. Ellos comenzaron a labrar el terreno para una de las librerías, en la actualidad, más reconocidas en este lugar de la ciudad.
Libros antiguos son la simiente de los nuevos, de las editoriales independientes que se levantan en medio de las selvas tecnológicas. Se zambullen en medio de las hojas impresas con diseños como sellos únicos.
Poesía, novela, narrativa de todo tipo, cubre sus estantes anunciados con títulos que evocan poesía, historia, novela...
Los invitamos a escuchar esta entrevista.
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Conocerás a una mujer que ha sembrado y entretejido historias de vida y cultura universitaria. Una que ha apoyado la difusión del arte y de las experiencias gourmet durante 12 años. Ella ha venido entregado parte de su vida, no solo a una comunidad universitaria, sino a un nutrido grupo de amantes de la lectura y de las buenas experiencias.
Gracias, Carmen, por recibirme, no solo como editorial, sino como la navegante que soy, en medio de la travesía de pescar con el anzuelo de las letras, nuevos libros, nuevos sabores, nuevas historias.
¡Seguimos navegando,
seguimos en BIOS ESCRITORES EU!
¡HASTA LA PRÓXIMA!
