viernes, 16 de marzo de 2018

Siguiendo el curso del agua: rumbo a la Amazonia


[…] Es fundamental tener una mente mucho más abierta y amplia… Ser humilde al conocimiento…Tenemos un conocimiento parcializado del mundo… Un conocimiento que, paso a paso, lo podemos ir ganando y comprendiendo; no solamente desde nuestro propio saber científico, sino a partir de conocer, leer y atraer muchos mundos […] (Santiago Roberto Duque Escobar, investigador y maestro de la Universidad Nacional de Colombia, sede Leticia, enero 2018).

En el mes de enero comenzábamos un viaje a través del agua, uno que nos llevó a la paleolimnología y a la memoria de sus cuerpos. Luego, en febrero, seguimos esa memoria histórica que yace y, a su vez, se levanta como un ave fénix: la memoria de la gente en un país como lo es Colombia. Ahora en marzo: el mes en el que celebra el día mundial del agua, nos dirigimos a una de las cuencas con mayor valor en diversidad biológica y cultural en el planeta: la cuenca amazónica. 

Puerto de Leticia, Colombia. Foto: Bios Escritores.


En esta cuenca, como las gotas, viven innumerables maestros, sabios silenciosos que han nacido, vivido y dejado su vida en aquellas aguas: sean claras, negras o blancas.

Hoy, precisamente en esa diversidad del agua, tenemos el gusto de dialogar con un experto en el tema: Santiago Roberto Duque Escobar (biólogo, maestro en Biología, gran conocedor e investigador de los ecosistemas acuáticos amazónicos por varias décadas). A él y a su Grupo de Investigación en Limnología Amazónica le han sido otorgados diversos reconocimientos, distinciones y premios tanto a nivel académico como social. Sin duda, Santiago ha abierto caminos de agua a través de sus enseñanzas a todos los que alguna vez llegamos a ese líquido: ese que en su interior encierra vida, mística, sabiduría, y aquello indescriptible que lleva cada molécula de agua entre sus enlaces.

Espejo mágico de un lago. Tarapoto. Foto: Bios Escritores.


A través de este breve diálogo que no llegará a resumir los cerca de 30 años que él y su equipo han dedicado a la investigación—  buscamos convocar a los que ahora acercan sus ojos y oídos a esta charla. Porque, misteriosamente, el agua convoca... Así, vamos juntando las gotas, cada una tan valiosa e inmersa en saberes. 

Los invitamos a escuchar un diálogo a “cauce abierto”: 


Seguimos navegando, 
ahora en letras,
en la savia del agua.

Esa que sacia la sed,
en la magistral madre selva.


Seguimos en Bios Escritores.
¡Hasta la próxima!








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